Viene otro virus maligno: la búsqueda del liderazgo mundial

Francisco Rodríguez

Yo no sé a qué mala sombra de Palacio Nacional se le habrá ocurrido inocular en la cabeza del Caudillo de Tepetitán un virus tal vez más maligno que el Covid-19:  la nueva obsesión por ser el líder internacional de la pobreza, en una nueva versión de los abandonados contra la maldita “ciencia neoliberal”, como le llaman en la “Cuarta Decepción”.